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Despido improcedente qué hacer

despido improcedente que hacer

El cese laboral de un trabajador/a por motivos injustificados es una situación inesperada y dramática que, sorprendentemente, nos encontramos en el despacho con más asiduidad de lo que creeríamos. Tal impacto en la moral del trabajador/a le sume en un desconcierto que le impide, en muchas ocasiones, tomar las acciones posteriores adecuadas para defender sus derechos laborales. Pensar en un despido improcedente qué hacer, es una necesidad cuando perdemos el trabajo de esta manera, ya que hay que tener en cuenta que existen plazos definidos para poder actuar ante la justicia para impugnar el despido si existen indicios de vulnerabilidad de nuestros derechos laborales.

Es lógico que la inmensa mayoría de ciudadanos no sepan cómo hacer frente a tal situación. Dejar el caso en manos de abogados especialistas en despidos y Derecho Laboral es clave para defender nuestros derechos y determinar si el despido es improcedente o se puede declarar nulo.

En cualquier contexto laboral similar en la que pensemos en un despido improcedente qué hacer o en cualquier otra vulneración de nuestros derechos como trabajadores, podéis contar con JDV Iuris & Consultants como especialistas durante más de 30 años en la rama jurídica laboral. Asesoramiento previo gratuito sobre las circunstancias concretas del cliente, para a partir de ahí volcarnos en la construcción del caso y en la argumentación según las pruebas y evidencias. Para saber más sobre qué hacer en estos casos

Despido improcedente: Concepto y tipos de despido

Un despido improcedente es, básicamente, la anulación unilateral del contrato de trabajo que vincula a una empresa con un empleado/a. Ya sea porque se ha suscitado bajo el incumplimiento de los requisitos establecidos por la normativa (por parte del empleador/a), o por la inexistencia de un motivo válido que acredite el cese laboral.

Si bien el tema principal de este artículo orbita sobre el concepto de “despido improcedente qué hacer”, conviene señalar que las causas más comunes que pueden desencadenar una extinción laboral justificada corresponden a otros tipos de despidos. Estos son:

  • Despido disciplinario: Se dice que un despido es disciplinario cuando las acciones del trabajador/a son imputables o simplemente quebrantan las normas de la empresa, como el incumplimiento del empleado/a en relación a sus tareas laborales o la falta de asistencia o de puntualidad regular, etc.
  • Despido objetivo: Deriva de irregularidades económicas, técnicas, organizativas o de producción de la empresa, por tanto, corresponde a problemas propios de la empresa.

En definitiva, si el empleador/a ha tomado la decisión de rescindir de nuestro contrato y las causas que alega en el escrito formal no se alinean con la realidad (no caben motivos disciplinarios ni objetivos), se podría decir que estamos delante de un caso de despido improcedente clarísimo.

Despido injustificado ¿Cómo detectarlo?

Al estar inmerso en una tesitura como la de un despido improcedente qué hacer, primero debemos identificar que realmente tenemos un caso de extinción laboral injustificado sobre nosotros/as. En general, hay 3 escenarios que nos indican cuándo se está produciendo este tipo de despido. Serían: 

  • La empresa o el empleador/a ha incumplido con los requisitos formales estipulados en la normativa, como la ausencia del motivo del despido en la carta, no emitir una notificación formal, entre otros. 
  • El empleador/a no es capaz de acreditar que los motivos alegados para la rescisión del contrato son válidos.
  • No hay en la carta de despido un expediente contradictorio emitido por el representante de los trabajadores/as.

Despido improcedente qué hacer

Ante las dudas de ser protagonista de un despido improcedente y no saber qué hacer porque no estamos de acuerdo con las razones expuestas en la carta, antes de firmar, recomendamos en JDV Iuris & Consultants buscar la asesoría de un abogado/a especializado en la materia como los que tenemos la suerte de contar en nuestro departamento de Derecho Labora. Además, deberíamos seguir siguientes acciones:

  • Responder a la carta expresando vuestra inconformidad. «No conforme» así es cómo debes contestar al escrito formal del despido, incluso si estamos a priori conformes.
  • Presentar la conciliación administrativa en los próximos 20 días hábiles. Tienes que dirigirte al Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) correspondiente con los datos de la empresa para formalizar el caso y obligarla a emitir una citación en los siguientes 15 días hábiles, a fin de comenzar con la conciliación.
  • Se pone en marcha el proceso de conciliación. Este paso tiene como objetivo impedir que el caso escale a un proceso judicial, y que tanto, trabajador/a y empresa logren resolver la situación sin la intervención de un juez.
  • Interponer la demanda si no se llegó a un acuerdo. Cuando la conciliación no rinde frutos, o simplemente transcurrieron los 15 días para empezar con el proceso, puedes presentar la demanda judicial frente al Juzgado de lo Social.
JDV iuris despidos

Pensar en un despido improcedente qué hacer cuando estamos en el acto de conciliación, suele desembocar en la misma duda siempre: ¿Acudo de la mano de un abogado/a especialista en despidos? No necesariamente, pero sí que es altamente recomendable. Lo decimos porque es posible que la empresa termine aceptando que los motivos expuestos no corresponden a la realidad, y entonces proceda a ofrecerte una indemnización menor a la estipulada en la ley.

La protección de un profesional jurídica nos garantizará la no vulneración de nuestros derechos como trabajador/a.

Escenarios posibles después de la interposición de la demanda

Al llevarse a cabo la interposición de la demanda después de las pruebas y las investigaciones realizadas, el juez dictará sentencia decretando vuestro caso como despido procedente, improcedente o nulo.

Mayormente, dictamina la extinción del contrato como improcedente, luego el trabajador/a se encontrará frente a 2 escenarios:

  • Readmisión 

El juez puede exigir a la empresa la readmisión inmediata del empleado/a en el cargo que ocupaba. Solicitará incluso que se le pague el salario que no recibió durante el tiempo de ausencia laboral (producto de la rescisión del contrato) hasta la fecha del dictamen. Si el trabajador/a se integró a otro empleo en ese periodo, la empresa solo deberá remunerar el tiempo que estuvo sin ejercer ninguna actividad laboral.

  • Indemnización 

La empresa podría oponerse a readmitir al empleado/a, excepto que se trate de un enlace sindical. En este caso, será el trabajador/a quien tome la decisión final.

De optar por la indemnización, el empleador/a estará en la obligación de darle la liquidación máxima en función de lo establecido en la ley, que exige el pago de 45 días por año, por la antigüedad producida antes de febrero de 2012 y 33 días posteriormente.

Conclusiones

Si estamos ante un despido improcedente qué hacer, primeramente, debemos tener en cuenta que las acciones a ejecutar no enmarcan un proceso jurídico complicado como lo estigmatiza el imaginario colectivo. En nuestros años de experiencia como letrados/as especializados en la materia, hemos constatado que el desconocimiento sobre los derechos laborales es el principal enemigo de quienes son víctimas de una rescisión de contrato sin causas válidas.

Hay compañías que tienden a tratar de favorecerse del desconocimiento que suele tener el empleado/a respecto al proceso judicial cuando se ve inmerso en un despido. Con la representación de un despacho de abogados como JDV Iuris & Consultants, de poco le valdrá esta actitud al empresario. Gracias a nuestros más de 30 años de ejercicio laboral en materia de despidos, los derechos de los trabajadores están bien protegidos.