La custodia compartida, también llamada tenencia compartida, se ha convertido en una fórmula legal cada vez más elegida por las parejas con hijos menores que se separan o divorcian.
Como seguro sabes, se trata de un régimen de guarda y custodia cuya principal característica es que la custodia de los hijos es compartida a partes iguales entre los progenitores. Esto quiere decir que tanto el cuidado, la educación como la convivencia diaria se atribuye a ambos progenitores que se la reparten en periodos de tiempo iguales, normalmente por semanas o quincenas.
Dentro de este tipo de custodia existe una modalidad que está adquiriendo cada vez más fuerza. Nos estamos refiriendo a la custodia compartida en casa nido, ¿sabes en qué consiste? Te lo contamos a continuación.
Custodia compartida: debe primar el interés de los menores.
Cuando se produce una separación matrimonial o un divorcio con hijos menores, el interés de los dos miembros de la pareja debe depositarse en el bienestar y en el correcto desarrollo de sus hijos. Por este motivo, se busca siempre una opción de custodia y un régimen de visitas que no genere conflicto ni ponga en peligro dicho bienestar infantil.
En este sentido, la atribución de la vivienda familiar juega un papel tan controvertido como importante. Si la custodia no es compartida y es uno de los progenitores quien tiene a los hijos a su cargo, lo habitual es que también disponga de la vivienda familiar para no alterar la vida de los pequeños y facilitar su día a día.
En el caso de tratarse de una custodia compartida, las fórmulas varían. Lo más habitual es que los niños vayan cambiando de una vivienda a otra. Por ejemplo, que pasen 15 días en la vivienda de uno de los progenitores y los otros 15 días restantes en la vivienda del otro, pudiendo ser una de ellas la que hasta entonces hacía las funciones de vivienda familiar. Sin embargo, para evitar que los niños tengan que cambiar de una a otra, cada vez cobra más fuerza la fórmula de la custodia compartida en casa nido. ¿Habías oído hablar de ella?
¿Cómo es la custodia compartida en casa nido?
Esta modalidad de custodia compartida “atribuye” la vivienda familiar a los niños pequeños que son los que vivirán permanentemente en esa casa mientras que los progenitores son los que se turnarán para convivir con ellos en función al régimen de custodia compartida, normalmente, por periodos semanales o quincenales.
Es un sistema, de momento, menos común pero que, como te decíamos, está ganando adeptos ya que evita que los niños tengan que alterar su vida e ir cambiando de domicilio constantemente. Como siempre, tiene sus aspectos buenos y no tan buenos.
Entre las principales ventajas de la custodia compartida en casa nido están que los hijos menores no tienen que cambiar de vivienda y así su día a día no experimenta cambios. Además, se hace un uso más equitativo de la vivienda familiar y, en el caso de que los progenitores hayan rehecho su vida con otras personas, no es necesario que sus nuevas parejas convivan con los niños si aún es pronto.
Por otro lado, también están las desventajas de la custodia compartida en casa nido. Por un lado, el usar la misma vivienda puede generar conflictos relacionados con gastos de mantenimiento, además de que obliga a los dos progenitores a mantener dos viviendas. De hecho, existen varias sentencias del Tribunal Supremo desaconsejando esta opción por los conflictos económicos que generaba entre los progenitores.
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